Lectores

domingo, 12 de junio de 2011

Cotidiano desastre.

Entre los suburbios en los que se vive día a día se hace tan dificíl tomarse un momento, y cambiarlo todo. Un día suele comenzar, con su protagonista de mal humor, con la flojera a morir que lo invade, y las ganas de  no querer ir al colegio. Terminan llendo todos malgeniados, o con el proposito de no hacer nada productivo en todas las horas de clases. No prestas atención, te viene a la mente lo que paso con el chico que te gusta, o alguna noticia importante, que te mueres por contarle a algun amigo, y entonces la conversación se hace más amena en plena clase. Salen al receso,siguen hablando, pero no con el mismo interes que antes. Tienes miles de tareas, andas estresada (o) pensando en que no te queda tiempo para hacer lo que te gusta. Siempre agobiandote por todo, y no tomandote las cosas más despacio, pensando que habra tiempo para todo. A veces todo tiende a perder originalidad, porque no hacemos las cosas con buena actitud, sino con onda pesimista, y con ganas de pagarla con alguien.

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