Lectores

viernes, 4 de mayo de 2012

Otro cuento más que vivimos.

Alguien consigue la llave de un corazón luego de que por años había estado extraviada. Ha encendido la chispa de curiosidad y ha decidido entrar. Se imagina un palacio, y sin más cuando se habren sus puertas no cabe duda de que lo es. Le entran ganas de avanzar a otros espacios. Por accidente se tropieza ante una de las puertas que conduce al cajón de recuerdos desteñidos en el desamor, la tristeza, y la amargura de un pasado. Cuando más, se topa con algunas ilusiones desgastadas y que a pesar del tiempo siguen brillando. En un lado dominado por la sombra alucina al conocer los deseos, y sueños de está princesa.
No es para menos, se encuentra maravillado. Este recorrido se ha transformado en un agradable paseo. Su cara no cambia, permanece ese brillo esplendido en su mirada.
Más allá de sus emociones, en su ser está naciendo un deseo. Después de ser concretado, se hace imposible esbozar una sonrisa. Se ruboriza, le precede a su presentimiento la certeza de que quiere emprender una aventura en busca de conquistar las riquezas del corazón de esta dama.
No tarda, no duda en rebuscar dentro de si mismo la manera sutil de conquistar primeramente a la dueña de todo lo que le maravillo. Poco después rebusca entre el flamante jardín y se topa con la flor más hermosa antes vista, y de perfume sin igual. No olvida llevar traje de gala para hacer entrega de el primer intento de cautivar a aquella mujer que logro robarle mucho más que el corazón.
Acontinuacion nos dejamos de rodeos y terminamos de dictar el desenlace de esta historia.
Todo fue tan hermoso como todo principio, pues este intento de príncipe se enamoro, llego a pensar que solo para ver a aquella princesa cruzaría  hasta un océano, el logro embrujar su cuerpo de amor, causo que sus palabras la silenciaran y la hicieran escuchar sus latidos, le regalo millones de miradas, le provoco multitud de sonrisas, le dio tantos besos como estrellas en el cielo, la llevo a la luna. No falto la euforia, la sensación de entrega total. Vas a seguir fingiendo que no sabes el desenlace?
Lo sabes, lo se, y todos sabremos que este intento de príncipe se transformo en un idiota que se rindió en sus sentimientos, que hizo cenizas ese amor que el encendió y que solo había sobrevivido por el inagotable amor que fue creciendo diariamente con cada chispa de ilusiones sembradas en el corazón de aquella mujer.
Sin querer termino logrando que ella se transformara en sapo. Todo el tiempo el estuvo luchando por algo que no quería, o que dejo de querer, o quizás que simulo sentir. En cambio yo solo logre escuchar mi voz de princesa con temor a amar y perderlo todo. Aun así en lo más profundo de mi, en alguna esquinita sentia que seguía existiendo y que creía en el amor, a pesar de que no hace mucho me dejaron sin corazón.
Tampoco finjas que nos has vivido, soñado, o que viviras esta historia. 


En casa una vez más.

El tiempo es tiempo porque nunca se queda atrás, sino que siempre transcurre perfecto y dejando a su camino huellas imborrables. Jugamos con el, pero luego tenemos consecuencias.
La vida y el tiempo van en la misma dirección. Nos hacen seguir su hilo según el destino y una que otras veces por el que forjamos nosotros a causa de nuestras decisiones.
Podemos regresar no siendo la misma persona. Las cirscuntancias que están destinadas  a suceder en la vida llegan a barrer nuestro campo de ilusiones, y con vientos huracanados visitan el corazón dándole  por enterado de las batallas que le esperan. No cabe duda que para vivir hay que ser valiente, ya que vivir sin realmente estar vivo es como estar sepultado en nosotros mismos y nuestras emociones.
Iniciar en el camino hacia los sueños, encender la antorcha del amor, librar los obstáculos, sembrar ilusiones y mantenerlas, perder lo que compramos a cambio de nuestra alma, sufrir decepciones, reiniciar nuevamente la historia de tu vida. Segura que no te hace falta coraje?.
No sabemos a quien culpar de lo que sucede, ya sea si a nosotros mismos, si al destino, o si a los que nos rodean junto con las cirscuntancias. Cuando menos crees la vida puede volverse el propio infierno. Cuando menos crees puedes dejar de creer que la historia que estabas escribiendo haya tomado un curso equivocado. Y no habrá duda que alguien te arrebatado tus creyones de vida.