Lectores

sábado, 29 de diciembre de 2012

Siempre con nosotros.

Te lloro porque partiste
sin despedirte siquiera.
Quizás mejor así
me duele menos.
No te culpo, ni idea tenias.
Se te acabaron las horas.
Se caducaron los sueños.
Quede con nuestro ultimo encuentro
entre el pecho y el corazón.
Se me olvido como se pasa la pagina,
como me inhibo de sentir dolor.
Dejaste una huella imborrable
en nuestras vidas.
Quiero llorar, o no se si quizás quiero algo más.
Voy a soñar que esto es mentira, y me quedare
a dormir por siempre para no caer en cuenta
que todo es más que verdad.
El miedo, no me deja pensar
que pronto pueda verte.
Temo morir, por eso
me duele no verte.
Pensar que podría llegar a ti más
pronto de lo que pienso.
Entre las nubes sellar el encuentro.
Vislumbrar todo desde ahí arriba.






Despedidas.

Un millar de tristezas. Una tras de otra. La vida no se detiene, sino que sigue con paso firme. En un segundo pasan innumerables situaciones. Se ven finalizadas las vidas, se ven marcadas otras que quedan aun de pie ante la lucha.
Cada adiós que nos pronuncian desde el cielo lo lamentamos más. El corazón se desgarra. Quedamos sin fuerza, sin aliento, sin ese brillo en los ojos. Decae la esperanza.
Vamos deprisa, sin poder siquiera respirar. Vamos como a quien se le agota la vida. Vamos con la esperanza a costa.
Pensando en que tenemos un pie en la tierra, y otro en la tumba. Todo es incierto. Nuestra vida se apaga. Ya sin morir, estamos sin vida.
Tenemos miedo. Queremos ser eternos. No queremos irnos sin finalizarlo todo con broche de oro.
Tenemos perder a quienes quedan. Estamos perdiendo quienes queremos, y nos aterra terminar perdiendo lo que amamos.
La muerte no avisa. Viene sin aviso. Luciendo justa o injusta. Nunca faltan las lagrimas, lamentos.
Quedan los recuerdos, los momentos intactos, las palabras dulces, y porque no unas cuantas amargas?.
Transcurre una película vivida con esa persona. Varios fotogramas unidos que forman toda la historia. Mientras más nos hayamos involucrado, más nos duele.
Ausencia de vida. Millones de historias. Sonrisas, tristezas, sueños. Tanto que falto, tanto que se vivió.
El corazón va quedando con un huequito más. Queda mantener viva a esa persona siempre en nuestro corazón.


martes, 11 de diciembre de 2012

Mundo de pirañas.

Si tan solo mis pensamientos fueran escuchados, y bombardearan a quienes les callo lo que siento. Quisiera desenmascarar a el montón de hipócritas que desfilan por las calles como si nada. Como si sus promesas fueran más verídicas que las mías. Como si yo fuera completamente una tonta que no asimila realidades.
No subestimen lo que soy. Les podría sorprender a un montón. Por mala suerte no siempre se cual es el mejor momento para proceder. No crean, pues podría aprender.
Ya ese disfraz esta adherido a sus pieles. La mentira se infiltro en cada tejido de su cuerpo. No hay salida. Mejor ni intentes escapar, porque te encontraras acorralado en tu telaraña que hiciste. Las consecuencias pesan, y vendrás a darte cuenta mucho después.
No te daré la estocada final. La vida algún día quizás lo haga.



No quiero.

No quiero quedar sola. No quiero vender mis sueños, y el par de ilusiones que me quedan. No quiero perder mi sonrisa, ni mi muy enterrado optimismo. No quiero ser una más del montón. No quiero ser la tonta de la historia. Ni siquiera quiero migas de cariño, sonrisas falsas, amigos relámpagos, elogios rebozados de envidia, miradas de desaprobación, palabras afiladas. No quiero nada. No quiero que me quieran porque doy lástima. No quiero que se me acerquen porque luzco solitaria. No quiero favores que disfracen otras intenciones. No quiero decir que quiero a alguien por obligación  No quiero dejarme a un lado, por dejarle la victoria al impío.  No quiero dar explicaciones de lo que no comprendo. No quiero ser la ficha a la que todos apuntan. No quiero ser el coleto de nadie. No quiero ser la que siempre esta disponible a los desprecios y burlas. No quiero ser alguien, para alguien que para mi es nadie. No quiero ser nada, para quien yo debería ser alguien.




Barada.

Me pregunto como llegue aquí?. A este punto, a este extremo donde la tortura es a nivel emocional. Donde mi tristeza a puras penas se va brevemente, y viene a atacar mi corazón con furor.
Cuando uno no es libre, la esperanza se ve limitada, porque uno ya solo viene a desear su propia libertad con tal que cambiar el panorama de la historia. Uno se siente atado con cadenas, con promesas, con lazos afectivos. Todo pende de un hilo, si sueltas aquello de un solo tirón  y te vas antes de ganar la batalla que emprendes luchar en lugar de otro.
La agonía no se aminora de la nada, solo por pensar que no vale la pena mortificarse. Pues, mientras todo esta ahí a flor de piel, simplemente en imposible hacer de oídos sordos, pegar un ojo y soñar que al otro día todo estará de maravilla.
Por más que uno dibuje las cosas, la realidad termina siempre difuminando todo de gris. No se tiene siempre todo el ser dispuesto a contraatacar a las circunstancias de la vida.
El coraje no lo encuentras en cualquier esquina. Vale la pena conseguirlo, pero bien caro es lo que cuesta.
En algún momento te das cuenta que vas perdiendo aquello, o a ese alguien que te sostenía la mano es medio de el descontento. Se van agotando los hombros sobre los cuales llorar,los pañuelos con los que secarte el rostro,las sonrisas prestadas, los consejos, y todo aquello que se dibujaba como una esperanza.
La vida se te va yendo en periodos angostos, en periodos que pudieron haber sido felices.


Quisiera.

Quisiera pensar que la crueldad no se refleja. Que no se respira en las calles la desesperación a un ritmo cada vez más veloz.
Quisiera pasar por alto el trafico, el paso apresurado de transeúntes que vienen y van repartiendo empujones a toda costa, teniendo en mente sus pendientes en primer lugar.
Quisiera a momentos ser inmune a los ruidos que asordan. Incluso a las miradas que reflejan enojo, descontento.
Quisiera que nadie salpique culpa sobre mi, si las cosas no salen como esperaba. A fin de cuentas todos estamos por lo nuestro, y todos queremos llegar a un lugar.
Quisiera que los sueños de otros, no fueran más importante que los míos, como para tener que renunciar a ellos por favorecer a alguien.
Quisiera que la cortesía  que el amor, y la bondad no conlleven a que alguien pierda todo, sin recibir una oportunidad de que alguien lo deje todo por el.
Quisiera que el tiempo fuera más comprensible cuando mi frustración quiere tomar el control de mis minutos y segundos. Quisiera incluso que mi frustración tomara consciencia, y caiga en cuenta que mi tiempo esta contado y no necesariamente para que ella tome partido.
Quisiera tender mis obligaciones de vez en cuanto, sin que sienta el peso del mundo en mis hombros.
Quisiera serlo todo, y a veces nada. Quisiera que me escucharan cuando se que decir, y que ignoren mi silencio justificado.
Quisiera, quisiera, tan solo quisiera. Quiero tanto, y consigo poco, porque este mundo esta lleno de imposibilidades posibles. Ustedes entenderán, y si no déjenmelo a mi.