Lectores

viernes, 22 de julio de 2011

Basta de tratarme como lo que no soy. Ingenua..

Que hacer cuando nadie se digna a ser sincero contigo? Cuando todos te mienten?. Cuando la verdad, pareciera no importar, y luego que sabes todo, quieren justificarse con la tonta excusa de que todo lo hicieron por tu bien, que no quería lastimarte, que no entenderías, o hasta de manera sínica lo confiesan todo luego. Un vacío llena tu alma, un frío recorre tu cuerpo, la piel de gallina, una mirada fija a algo que tengas al frente, aunque tener baja la mirada pareciera evitar que te pregunten porque estas mal. Lo menos que quieres es hablar al respecto, el sentimiento de traición, se transforma en tristeza o enojo, mientras todo aquello revoluciona en tu mente, dentro de tu corazón. Parecieran que los años que tienes, no fueran muestra de madurez, y que te anden ocultando cosas, como si te tratara de una niña ingenua. Quieres llorar, quieres entender, te ves en el espejo, para darte cuenta si en realidad pareces una niña aún, pero no, la verdad, es que ya eres lo suficientemente madura como para entender lo que pasa a tu alrededor, y no tener que vivir entre mentiras. Casi siempre, es inevitable llorar, y más cuando todo en tu mundo pretende derrumbarse encima de ti, es como sí no se consuela que saber que ya sufres, como para agregarle a tu cuenta, un monto alto de problemillas. Algo que aprendido a lo largo de mí vida, es que está vida es para valientes. La intensidad de los problemas, a veces te pueden causar un bajón, aunque seas el más optimista de todos o que intentes serlo.
Una lección de vida, fue que la mentira siempre termina siendo exponiendo la verdad, y que penoso, y humillante a veces es mentir. Por eso las mentiras no son jueguitos para mí, y las mentiras que me dicen u ocultan otros, es realmente triste, que alguien no posea la virtud de ser sincero.

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