Lectores

martes, 4 de septiembre de 2012

La cima es alta, no mires a los lados.

Todas estás vueltas de la vida nos terminan mareando. Nunca estás lo suficientemente sujetada. Nada esta seguro. Las circunstancias del presente viven  sujetas a una ruleta que decide día a día si se quedan o se van.
Todo es incierto. Lo que buscas existe, pero simplemente a veces no esta destinado para ti y se frustran los planes. El destino se viste de negro, se muestra cruel cuando menos lo esperas.
No te confíes demasiado, no confíes tan poco. Pon en la balanza tu confianza. Una estocada por la espalda se la dan a cualquiera, y quien sea. Lástima que no mire por detrás al darme la espalda.
Afuera muchos usan disfraz, ocultan su rostro con mascaras que no dejan ver lo que son. Al descuidarte por pura suerte logras ver su faz en medio de tanto engaño, y mentira.
Se desvía la verdad que habrías anidado dentro de ti. Incluso le temes a ti misma.
La noche trae consuelo por un instante. Entras en razón que si nadie lucha por ti, tienes que ir tu misma y conquistar el mundo. Muchos podrían estar comprando medio mundo, pero tu estas en la otra posición y tienes que comenzar por comprar las ilusiones que te vende tu propio corazón.
Toca gastar la suela de nuestros zapatos en la travesía en busca de nuestro camino. No te sorprendas si te detienes en un lugar que no debió ser. Aunque no lo creas, sera parte del recorrido al que implica el llegar a la cima donde nuestros sueños se verán realizados. Encontraremos nuestro tesoro, y ahi estará nuestro corazón. Así como cita uno de los libros que muchas vueltas le ha dado al mundo.
Cada piedra con que tropiezas deberás recogerla, levantarte, y lanzarla más adelante en el mar con la firme certeza que has dejado tus errores atrás, y que queda aun mucho que recorrer, porque hasta el último día de vida tendrás mucho que hacer.






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