Lectores

sábado, 17 de noviembre de 2012

Aquel día.

Recuerdo aquella tarde, en la que mi angustia sobrepasaba las ganas de cruzarme contigo. Recuerdo haber pensado que no llegarías. Recuerdo haber tirado la poca esperanza y darme por vencida. Solo basto pensar aquello, para que cruzaras por la entrada y hacerme querer desear desaparecer. Más que nervios, eran unas ganas gigantescas de sellar nuestro encuentro mágicamente. Todo lo dicho ante el espejo lo había olvidado. Verte venir hacia a mi me dejo la mente en blanco. Fue inevitable dibujar una sonrisa en mi rostro. Era una sensación que me llenaba por completo, que me recorría velozmente, y me cosquilleaba dentro.
Aquel calendario había llegado a su fin. Era esplendido hallarme en aquel día, aquella hora, que tanto había anhelado. Quizás no como en sueños, pero si en la realidad. Una dulce realidad poco asimilable.
Pensar que ahí comenzó todo, pensar que a esta historia aun le faltan capítulos.




2 comentarios:

  1. hermosisima entrada:)
    practicar previamente al encuentro las palabras que decir, y en el momento no encontrar ninguna...
    Historia que se irá escribiendo con el tiempo:)
    besoo!

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  2. Muchas gracias por comentar. Un beso marina.

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