No se que sucede conmigo. Tropiezo con la misma piedra una y otra vez. Una y mil veces.
A la final, en algún momento de soledad caigo en cuenta que soy una estúpida. Nada parece funcionar, nadie me escucha, nadie quiere regalarme un poco del tiempo que necesito para reposar mis penas ante ellos.
A veces la unica idea que debe calzar en nuestra mente, es aquella en la que nadie está para nadie.
Muy hermoso texto, Gaby. Saluditos.
ResponderEliminarNo estas sola
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias por comentar, no se imaginan lo mucho que me sube el animo. Me han alegrado el dia. Gracias señora Noris, y gracias Lapislazuli. Un abrazo.
ResponderEliminarSiento que lo mismo me pasa a mí. Tropecé de nuevo y con la misma piedra...No queda más que levantarse.
ResponderEliminarSaludos